Huerto escolar
Para este curso 2022/23 el grupo de trabajo del CIP Huarte de Escuelas solidarias ha llevado a cabo un proyecto de agricultura sostenible dedicado a la implantación de un huerto escolar. El huerto no es únicamente un espacio donde cultivar y cosechar tomates, lechugas u otros productos de temporada. Es un espacio también de convivencia escolar, donde diferentes grupos de alumnado se encarga de su mantenimiento y trabajan para lograr un mundo más sostenible y solidario con valores relacionados con el trabajo en equipo, la comunicación o la resolución de conflictos. En esta línea, nos proponemos trabajar el «crecimiento personal” del alumnado realizando un paralelismo entre el crecimiento de la planta y el propio crecimiento del alumnado. La puesta en común de descubrimientos que hacen sobre sí mismos, los recuerdos de experiencias y sus historias de vida nos llevan al grupo a comprender mejor a los/las compañeros/as, a conocer costumbres de otras culturas, a expresar emociones, a entender hábitos y a unirnos como grupo.
A lo largo del curso, el equipo interdisciplinar de docentes de diferentes especialidades que forman el grupo de trabajo de Escuelas solidarias ha impulsado y trabajado numerosas iniciativas relacionadas no solo con la agricultura y las competencias específicas de cada módulo. De esta forma, el huerto se ha convertido en un aula de formación para la especialidad de Fabricación y montaje (automatización de riego y fabricación de una puerta de acceso a la huerta) de Hostelería (mantenimiento del huerto y cocina de los frutos obtenidos), Comercio (venta de productos de la huerta, flores y plantas aromáticas al profesorado) e Informática (enseñando al alumnado a trabajar con las redes sociales de una forma sana mediante la realización de una aplicación para el móvil).
¡¡Enhorabuena a todos y todas por el gran trabajo realizado!!
Mi planta, mi vida
En paralelo a la ceración y adecuación del huerto sostenible, el alumnado ha realizado un proceso de crecimiento y reflexión muy personal en torno a sus propias raíces, al potencial que todos y todas llevamos dentro y que podemos realizar, a la importancia de disponer de un ambiente protegido, de los nutrientes y antinutrientes con los que nos vamos a encontrar, del paso del semillero a la tierra. Vamos a aprender también a respetar los tiempos que nos marca la naturaleza, a contribuir con las flores y frutos de nuestra planta y aportar color y belleza al mundo que nos rodea, sin menospreciar la diferencia de cada uno/a de nosostros/as.
La riqueza de la metáfora planta/vida ha propiciado un proyecto en sí mismo que no para de crecer y desarrollarse dejando entradas en los diarios del alumnado tan bonitas como estas.
Puerta de forja protegida
De ello, se encargó el alumnado de 1º Mantenimiento de Vehículos empleando para ello las horas del módulo de Preparación de superficies. Han protegido la puerta del huerto de la corrosión aplicando a pistola dos manos de imprimación aparejo que, además, servirá de soporte para la pintura..
Para el huerto, el alumnado de 1º de Grado Básico de Fabricación y Montaje diseñó, midió, modeló, soldó… hasta conseguir las puertas de forja que nos gustan y que la huerta se merece. Después, era necesario prepararlas y pintarlas para que queden bonitas y bien protegidas ante las duras condiciones de la vida exterior.
A sembrar se aprende sembrando
Durante la semana del 15 al 19 de mayo, siempre atentos a la meteorología, hemos trasplantado de los semilleros a nuestra huerta, las plantas que han sido cuidadas por el alumnado durante estos pasados meses. Son plantas de tomate, tomate cherry, berenjenas, calabaza, calabacín, melones.
Después de tener las semillas hay que pasarlas a la tierra y el paso previo es distribuir el terreno acorde con sus medidas, la cantidad de plantas que tenemos y la distancia que cada especie necesita para crecer adecuadamente.
El punto de partida ha sido el plano de la huerta, elaborado por Carlos Zapata. Había que tener en cuenta, según los tipos de riego que han instalado (2ºFM B), en qué zona íbamos a poner cada especie. La segunda información que hemos tenido en cuenta ha sido la cantidad de plantas qué había de cada especie de los distintos grupos que han participado en los semilleros. A partir de ahí, hemos buscado la distancia entre plantas que necesita cada especie para que pueda desarrollarse correctamente y a calcular…